Hablar de Façamos Sorrir es hablar de Alberto Iñigo Ruano. Sin él esta iniciativa no hubiera sido posible.
Hace ya casi dos años deja España, su querido pueblo de Valdemoro, para dedicar su vida a aquellos más desfavorecidos de la provincia del Maranhão.
Lago Verde, al norte de Brasil, una de las regiones más pobres de todo el país, es donde se encuentra de manera directa con una realidad dura y tangible. Su población está dispersa en 23 comunidades apenas comunicadas por precarios caminos de tierra que, con frecuencia, se hacen intransitables con las lluvias.
Es nuestra relación con él y las carencias humanas que nos hace llegar desde allí durante este tiempo lo que nos hizo un día plantearnos esta aventura.
Tenemos la oportunidad de poder ayudar de manera concreta, conociendo necesidades reales y con la seguridad de saber que todo lo que allí llegará tiene a su mejor administrador, alguien que comparte su vida con personas que necesitan sonreír cada día.